miércoles, 12 de marzo de 2008

FÉMINAS de buen sabor

Desde la sabiduría, alguien ha dicho que las mujeres -responsables de la cocina durante milenios-, están dotadas de una capacidad milagrosa para mitigar el hambre. Que de sus manos ha surgido la maravilla de transformar lo deleznable en apetecible. Que sin cocineras no hay caricias en cocina. Ayer, 8 de marzo, el mundo celebró a la mujer y hoy se presentan, acá, a tres que tienen que ver con mesa, copa y mantel.

Una chef muy nuestra es Mercedes Oropeza

Se formó en los restaurantes Le Petit Bistrot de Jacques,Chez Wong y Le Gourmet; participó en la creación del libro amarillo de Armando Scannone y fue merecedora del Tenedor de Oro 2005. Dicta cursos de cocina en La vainita orgánica, en Galipán,y los televidentespueden verla en Portada´s de Venevisión. Ella trae dos buenas nuevas: un festival de cocina previsto para el mes de abril en Le Petit Bistrot de Jacques. Allí, junto con los Provost, llevará platos de su cocina que ella ha definido como "neovenezolana". Y la grabación de la serie televisiva Venezuela bien me sabe, donde mostrará -muy pronto- sus hallazgos gastronómicos luego de un gustoso recorrido por el país.
Otra mujer de altura es Doña BlancaRoyo de Bilbao
Ella vino de España para quedarse. Ocupó durante casi 40 años la cocina de Bar Basque mientras su marido ejercía de anfitrión en la sala. Hoy sigue estando la familia al pie del negocio. Cuando está por estos predios recibe a los comensales con esa mezcla de señorío y simpatía que es propia de ella. El mero en salsa verde y los pimientos rellenos de bacalao son algunos de los platos emblemáticos de su reducida pero muy sabrosa carta, en el cálido restaurante de La Candelaria. Su labor tiene continuidad, pues cuenta con su hija María Victoria -más conocida como Mariví- y con su sobrino, Carlos Navas, quien tiene ya unos cuantos años en la propia cocina.


La tercera se llama Waleska Schumacher
Lo de ella es el vino. Nació en São Paulo, Brasil, y creció en Bento Gonçalves, donde su familia es reconocida como uno de los motores del desarrollo de la industria vitivinícola de la región. Estudió Comunicación Social con el objetivo de difundir la cultura de la vid. Lo ha venido haciendo de manera seria y sostenida. Se acerca a los vinos sin pretensiones, con un lenguaje sencillo, de manera didáctica y nada aburrida. Empezó a organizar catas en La Cuisine y Viva Vino, luego asumió la gerencia de Mercadeo de Maison Blanche y, recientemente, dio forma -junto con un equipo de personas- a una escuela de vino. Y es, apenas, el comienzo.
Adriana Gibbs

1 comentario:

rafael guillen dijo...

pa mi, no se si pa ti... pero pa mi tu eres la mejor!!!